miércoles, 27 de octubre de 2010

.¿C ómo Olvidar ?

Como olvidar los días grises;
si son ellos los que me traen el brillo del sol?

Como olvidar las derrotas;
si son las que me proporcionan las victorias?

Como olvidar los errores;
si son ellos que me dan las lecciones?

Como olvidar la soledad;
si fue ella que me hizo entender mis amores
y me trajo a mis amigos?

Como olvidar las tristezas;
si ellas hicieron que mi suerte cambiara?

Como olvidar los planes fracasados;
si el fracaso me puede enseñar a soñar?

¡¡¡ Que tengas un lindo día !!!

Mucha luz en tu camino.

Todo al final siempre se acomoda,
si todavía, no sucedió,
es porque no llegó el momento.

Que tengan un dia hermoso !!

lunes, 18 de octubre de 2010

Con pena y con gloria

No comas con la boca abierta, no pongas los codos sobre la mesa, no hables con la boca llena, no te metas el dedo en la nariz, no grites, no llores, no te enfades, no sufras… no, no, NO. Crecemos cargados de prohibiciones; prohibiciones que de no ser entendidas, y en algunos momentos transgredidas, acaban convirtiéndose en grilletes que no son otra cosa que miedos. La vida misma representa un riesgo y cuanto más deseemos vivirla de verdad, más riesgos tendremos que asumir. De los miles de riesgos que podemos experimentar a lo largo de nuestra existencia, el mayor de todos, sin lugar a dudas, es el de crecer. Pasar de la niñez a la adultez.

Cuando eliges vivir y desarrollarte, estás eligiendo cambiar, experimentar y equivocarte. Momentos de grandes alegrías y, con toda seguridad, momentos de grandes tristezas y frustraciones. La experiencia sólo se coge cuando asumes riesgos. El desarrollo, en cualquier dimensión, implica tanto la tristeza como la alegría. Pretender sólo caminar la senda de la "felicidad" te lleva a no saber asumir una frustración como algo tan lícito y digno como la realización. Si sólo queremos vivir los momentos buenos, podemos perdernos el goce de madurar y ser más plenos y sabios. Porque, digamos lo que digamos, siempre de lo malo se aprende.

Que cuando nos vayamos no digan otros: "Vivió sin pena ni gloria". La vida hay que vivirla embadurnándonos de experiencia: con pena y con gloria.

viernes, 8 de octubre de 2010

Pato o águila, tu decides...

Rodrigo estaba haciendo fila para poder ir al aeropuerto.
Cuando un taxista se acercó, lo primero que notó fue que el taxi estaba limpio y brillante.
El chofer bien vestido con una camisa blanca, corbata negra y pantalones negros muy bien planchados, el taxista salio del auto dio la vuelta y le abrió la puerta trasera del taxi.
Le alcanzó un cartón plastificado y le dijo: yo soy Willy, su chofer.
Mientras pongo su maleta en el portaequipaje me gustaría que lea mi Misión.
Después de sentarse, Rodrigo leyó la tarjeta: Misión de Willy: “Hacer llegar a mis clientes a su destino final de la manera mas rápida, segura y económica posible brindándole un ambiente amigable” Rodrigo quedo impactado.
Especialmente cuando se dio cuenta que el interior del taxi estaba igual que el exterior, ¡¡limpio sin una mancha!! Mientras se acomodaba detrás del volante Willy le dijo, “Le gustaría un café? Tengo unos termos con café regular y descafeinado”.
Rodrigo bromeando le dijo: “No, preferiría un refresco” Willy sonrío y dijo: “No hay problema tengo un hielera con refresco de Cola regular y dietética, agua y jugo de naranja”.
Casi tartamudeando Rodrigo le dijo: “Tomaré la Cola dietética” Pasándole su bebida, Willy le dijo, “Si desea usted algo para leer, tengo el Reforma, Esto, Novedades y Selecciones…” Al comenzar el viaje, Willy le pasó a Rodrigo otro cartón plastificado, “Estas son las estaciones de radio que tengo y la lista de canciones que tocan, si quiere escuchar la radio”
Y como si esto no fuera demasiado, Willy le dijo que tenia el aire acondicionado prendido y preguntó si la temperatura estaba bien para él.
Luego le avisó cual seria la mejor ruta a su destino a esta hora del día.
También le hizo conocer que estaría contento de conversar con él o, si prefería lo dejaría solo en sus meditaciones.
“Dime Willy, -le preguntó asombrado Rodrigo- siempre has atendido a tus clientes así?”
Willy sonrió a través del espejo retrovisor. “No, no siempre. De hecho solamente los dos últimos dos años. Mis primeros cinco años manejando los gasté la mayor parte del tiempo quejándome igual que el resto de los taxistas.
Un día escuche en la radio acerca del Dr. Dyer un “Gurú” del desarrollo personal.
El acababa de escribir un libro llamado “Tú lo obtendrás cuando creas en ello”.
Dyer decía que si tu te levantas en la mañana esperando tener un mal día, seguro que lo tendrás, muy rara vez no se te cumplirá.
El decía: Deja de quejarte.
Se diferente de tu competencia.
No seas un pato.
Se un águila.
Los patos solo hacen ruido y se quejan, las águilas se elevan por encima del grupo”.
“Esto me llegó aquí, en medio de los ojos”, dijo Willy.
“Dyer estaba realmente hablando de mi.
Yo estaba todo el tiempo haciendo ruido y quejándome, entonces decidí cambiar mi actitud y ser un águila.
Miré alrededor a los otros taxis y sus choferes… los taxis estaban sucios, los choferes no eran amigables y los clientes no estaban contentos.
Entonces decidí hacer algunos cambios.
Uno a la vez.
Cuando mis clientes respondieron bien, hice más cambios”.
“Se nota que los cambios te han pagado”, le dijo Rodrigo.
“Si, seguro que si”, le dijo Willy.
“Mi primer año de águila dupliqué mis ingresos con respecto al año anterior.
Este año posiblemente lo cuadruplique.
Usted tuvo suerte de tomar mi taxi hoy.
Usualmente ya no estoy en la parada de taxis.
Mis clientes hacen reservación a través de mi celular o dejan mensajes en mi contestador.
Si yo no puedo servirlos consigo un amigo taxista águila confiable para que haga el servicio”. Willy era fenomenal.
Estaba haciendo el servicio de una limusina en un taxi normal.
Posiblemente haya contado esta historia a mas de cincuenta taxistas, y solamente dos tomaron la idéa y la desarrollaron.
Cuando voy a sus ciudades, los llamo a ellos.
El resto de los taxistas hacen bulla como los patos y me cuentan todas las razones por las que no pueden hacer nada de lo que les sugería.
Willy el taxista, tomó una diferente alternativa: El decidió dejar de hacer ruido y quejarse como los patos y volar por encima del grupo como las águilas.
No importa si trabajas en una oficina, en mantenimiento, eres maestro, Un servidor publico,"político", ejecutivo, empleado o profesionista, ¿Cómo te comportas?
¿Te dedicas a hacer ruido y a quejarte?
¿Te estás elevando por encima de los otros?
Recuerda: ES TÚ DECISIÓN Y CADA VEZ TIENES MENOS TIEMPO PARA TOMARLA