¿Con qué frecuencia permites que las majaderías de otras personas cambien tu estado de ánimo? ¿Te das permiso de enojarte cuando otro conductor te agrede por un error de transito, o un mesero grosero te trata irrespetuosamente, un jefe exigente te pide más de lo que te corresponde hacer o cuando un compañero de trabajo arruina tu día?
Lo que realmente distingue a una persona exitosa es, el control que tenga sobre el manejo de la ira. Hace 16 años aprendí esta lección. Me la enseñaron en el asiento trasero de un taxi.
Me subí a un taxi y partimos rumbo a la dirección que le indiqué al conductor, íbamos en el carril derecho cuando de repente un coche salió de no sé donde;
el taxista frenó súbitamente, se oyó el rechinar de las llantas y a escasos centímetros evitó chocar con el otro auto.
El conductor del coche que casi causa el accidente, empezó a gritarnos con una serie de malas palabras altisonantes.
El taxista sólo sonrió y le saludó amablemente, así que yo, sorprendido le pregunté..."porqué hace eso?" el tipo por poco destruye su auto y nos manda directo al hospital.
Entonces el taxista me dio una muy buena lección de vida, que llamó, "La ley del camión de basura".
Muchas personas, me dijo, son como un camión de basura, Están llenos de enojo, frustración y desaliento.
Una vez que han acumulado mucha basura, necesitan un lugar donde tirarla, y si uno se los permite, te la tiran a ti.
La lección me hizo ver algo, cuantas veces yo permito que los camiones de basura me contaminen a mi, y a la vez yo tiro mi basura sobre las personas que más amo, como son, mis hijos, mis hermanos, mis amigos.
Porque de una buena vez no decidimos a no ser el basurero de nadie, pero de absolutamente nadie?
Hay que empezar a detectar quienes son los camiones de basura para no dejar que nos arrojen nada.
No he vuelto a permitir que los camiones de basura tomen el control de mis sentimientos y mucho menos de mis emociones.
Aprendí, que sonreírles a los insatisfechos, malhumorados y frustrados es la mejor medicina que puede ayudarles a cambiar su perspectiva de la vida o por lo menos les puede iluminar su día.
Ser amable con ellos, ya que hay que entender que todos estamos librando a diario nuestras propias batallas.
Pero nunca hay que descuidarse y estar muy atento a los "camiones de basura".
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