Cuenta una leyenda de los indios sioux que, cierta vez, Toro Bravo y Nube Azul llegaron tomados de la mano a la tienda del viejo hechicero de la tribu y le pidieron:.
Nosotros nos amamos y vamos a casarnos.
Pero nos amamos tanto que queremos un consejo que nos garantice estar para siempre juntos, que nos asegure estar uno al lado del otro hasta la muerte.
¿Hay algo que podamos hacer?.
Y el viejo, emocionado al verlos tan jóvenes, tan apasionados y tan ansiosos por una palabra, les dijo:.
Hacer lo que pueda ser hecho, aunque sean tareas muy difíciles.
Tu, Nube Azul, debes escalar el monte al norte de la aldea solo con una red, cazar el halcón más fuerte y traerlo aquí, con vida, hasta el tercer día después de la luna llena.
Y tú, Toro Bravo, debes escalar la montaña del trueno; allá encima encontrarás a las mas brava de todas las águilas.
Solamente con una red deberás agarrarla y traerla para mí, viva!.
Los jóvenes se abrazaron con ternura y luego partieron para cumplir con la misión.
El día fijado, enfrente a la tienda del hechicero, los dos esperaban con las aves.
El viejo las sacó de las bolsas y constató que eran verdaderamente hermosos ejemplares de los animales que él les había pedido.
Y ahora, qué debemos hacer? Los jóvenes le preguntaron.
Tomen las aves y amárrenlas una a otra por las patas con esas cintas de cuero. Cuando estén amarradas, suéltenlas para que vuelen, libres.
Ellos hicieron lo que les fue ordenado y soltaron los pájaros.
El águila y el halcón intentaron volar, pero apenas consiguieron dar pequeños saltos por el terreno.
Minutos después, irritadas por la imposibilidad de volar, las aves comenzaron a agredirse una a otra, picándose hasta lastimarse.
Entonces, el viejo dijo:.
Jamás se olviden lo que están viendo.
Y este es mi consejo: Ustedes son como el águila y el halcón.
Si estuvieran amarrados uno al otro, aunque fuera por amor, no sólo vivirán arrastrándose sino también, mas tarde o mas temprano, comenzarán a lastimarse uno al otro.
Si quieren que el amor entre ustedes perdure, vuelen juntos, pero jamás amarrados.
Libera a la persona que amas para que ella pueda volar con sus propias alas.
Esta es una verdad en el matrimonio y también en las relaciones familiares, amistades y profesionales.
Respeta el derecho de las personas de volar rumbo a sus sueños.
La lección principal es saber que solamente libres las personas son capaces de amar
jueves, 27 de agosto de 2009
lunes, 24 de agosto de 2009
Lo que nos enseña el tiempo
CON EL TIEMPO
(Jorge Luis Borges)
"Después de un tiempo,
uno aprende la sutil diferencia entre
sostener una mano y encadenar un alma,
que el amor no significa acostarse
y una relación no significa seguridad;
y uno empieza a aprender
que los besos no son contratos
y los regalos no son promesas;
y uno empieza a aceptar
sus derrotas con la cabeza alta
y los ojos abiertos.
Y uno aprende a construir
todos sus caminos en el hoy,
porque el terreno de mañana
es demasiado inseguro para planes...
y los futuros tienen una
forma de caerse en la mitad.
Y después de un tiempo
uno aprende que si es demasiado,
hasta el calorcito
del sol quema.
Que hay que plantar su
propio jardín y decorar su propia alma,
en lugar de esperar a
que alguien le traiga flores.
Y uno aprende que realmente
puede aguantar,
que uno realmente es fuerte,
que uno vale, y con cada día...
uno aprende.
Con el tiempo aprendes
que estar con alguien
porque te ofrece un buen futuro,
significa que tarde o temprano
querrás volver a tu pasado.
Con el tiempo comprendes
que sólo quien es capaz
de amarte con tus defectos,
sin pretender cambiarte,
puede brindarte toda
la felicidad que deseas.
Con el tiempo te das cuenta de que
si estás al lado de esa persona
sólo por compañía a tu soledad,
irremediablemente acabarás
no deseando volver a verla.
Con el tiempo te das cuenta
de que los amigos verdaderos
valen mucho más que
cualquier cantidad de dinero.
Con el tiempo entiendes que los
verdaderos amigos son contados,
y que el que no lucha por ellos
tarde o temprano se verá rodeado sólo
de amistades falsas.
Con el tiempo aprendes que las
palabras dichas en un momento
de ira pueden seguir lastimando
a quien heriste, durante toda la vida.
Con el tiempo aprendes que
disculpar cualquiera lo hace,
pero perdonar es sólo de almas grandes.
Con el tiempo comprendes
que si has herido a un
amigo duramente, muy probablemente
la amistad jamás volverá a ser igual.
Con el tiempo te das cuenta
de que cada experiencia vivida
con cada persona es irrepetible.
Con el tiempo te das cuenta de
que el que humilla o desprecia
a un ser humano tarde o temprano
sufrirá las mismas humillaciones
o desprecios multiplicados al cuadrado.
Con el tiempo comprendes que
apresurar las cosas o forzarlas
a que pasen ocasionará que
al final no sean como esperabas.
Con el tiempo te das cuenta de que
en realidad lo mejor no era el futuro,
sino el momento que estabas viviendo
justo en ese instante.
Con el tiempo verás
que aunque seas feliz
con los que están a tu lado,
añorarás terriblemente a los que
ayer estaban contigo y
ahora se han marchado.
Con el tiempo aprenderás
que intentar perdonar
o pedir perdón,
decir que amas,
decir que extrañas,
decir que necesitas,
decir que quieres ser amigo,
ante una tumba ya
no tiene ningún sentido. "
martes, 18 de agosto de 2009
SIN AMOR.
La inteligencia sin amor, te hace perverso.
La justicia sin amor, te hace implacable.
La diplomacia sin amor, te hace hipócrita.
El éxito sin amor, te hace arrogante.
La riqueza sin amor, te hace avaro.
La docilidad sin amor te hace servil.
La pobreza sin amor, te hace orgulloso.
La belleza sin amor, te hace ridículo.
La autoridad sin amor, te hace tirano.
El trabajo sin amor, te hace esclavo.
La simplicidad sin amor, te quita valor.
La oración sin amor, te hace introvertido.
La ley sin amor, te esclaviza.
La política sin amor, te hace egoísta.
La fe sin amor te deja fanático.
La cruz sin amor se convierte en tortura.
LA VIDA SIN AMOR... NO TIENE SENTIDO......…
La justicia sin amor, te hace implacable.
La diplomacia sin amor, te hace hipócrita.
El éxito sin amor, te hace arrogante.
La riqueza sin amor, te hace avaro.
La docilidad sin amor te hace servil.
La pobreza sin amor, te hace orgulloso.
La belleza sin amor, te hace ridículo.
La autoridad sin amor, te hace tirano.
El trabajo sin amor, te hace esclavo.
La simplicidad sin amor, te quita valor.
La oración sin amor, te hace introvertido.
La ley sin amor, te esclaviza.
La política sin amor, te hace egoísta.
La fe sin amor te deja fanático.
La cruz sin amor se convierte en tortura.
LA VIDA SIN AMOR... NO TIENE SENTIDO......…
lunes, 17 de agosto de 2009
¡Soy una persona mayor!
Constantemente se critica a las personas mayores por no adaptarse al mundo moderno.
Sin embargo, nosotros nos responsabilizamos por todo lo que hemos hecho y no culpamos a nadie por ello.
No obstante, después de una serena meditación, nos gustaría señalar que, a pesar de haber llevado el pelo largo, de haber vivido una revolución sexual, de habernos revelado contra ciertos valores tradicionales y de haber bailado con Los Beatles
y los Rolling Stones….
NO fuimos nosotros los que eliminamos:
La melodía de la música,
El talento y el ingenio de las creaciones artísticas,
La buena voz a la hora de cantar,
El orgullo por nuestra apariencia exterior,
La cortesía al conducir,
El romance en las relaciones amorosas,
El compromiso de la pareja,
La responsabilidad de la paternidad,
La unión de la familia,
El aprendizaje y gusto por la cultura,
El sentimiento de patriotismo,
El rechazo a la vulgaridad y la grosería,
NO fuimos nosotros los que eliminamos:
La escena de la Navidad de las escuelas y ciudades,
El buen comportamiento intelectual,
El refinamiento del lenguaje,
La dedicación a la literatura,
La prudencia a la hora de gastar,
La ambición por lograr ser alguien en la vida
Ni tampoco sacamos a Dios del gobierno, de las escuelas de los hospitales y de nuestra vida.
El respeto a los demás. A las mujeres y ancianos, y por supuesto que no somos los que eliminamos la paciencia y la tolerancia de nuestras relaciones personales ni de nuestras interacciones con los demás.
¡En efecto, ya soy una persona mayor!
Pero todavía puedo animar una fiesta... incluso si sólo resisto hasta las 12 pm.
Todavía puedo abrir frascos con tapas a prueba de niños aunque tenga que usar un martillo.
Todavía me acuerdo de llegar a mi casa a una hora y en forma adecuada.
Todavía duermo como un bebé en las noches...
aunque al otro día el cuerpo demore en permitir que me levante.
Pero todavía puedo reírme de las críticas...
aunque a veces no pueda oír bien lo que dicen de mí.
Todavía soy muy bueno contando historias o chistes… aunque las repita varias veces.
Pero no creas que me he vuelto peleador, cascarrabias ni intransigente…
Simplemente que tengo edad para decir que hay cosas que ya no me gustan…
Ya no me gusta la congestión de tráfico, ni las muchedumbres, ni la música alta,
ni los niños gritones, ni los perros que ladran, ni ciertos políticos que engañan,
ni tantas otras cosas que ahora no recuerdo.
Pero sí deseo seguir disfrutando de mi vida, la vida que Dios me ha regalado.
Eso si respetando a los demás y que los demás me respeten a mi.
No obstante, ahora no recuerdo si ya habìa puesto esto en el blog.
Si fue asì, disculpen.
Total... ¡qué importa!
Seguro que alguno de ustedes también se puso flores en la cabeza, entonó canciones de protesta, hizo algunas cosas no tan santas y se destornilló bailando con Los Beatles y los Rolling Stones, como yo.
Sólo las personas mayores pueden entender esto de estar escribiendo mensajes y chistes pesados en el blog casi todos los días.
Sin embargo, nosotros nos responsabilizamos por todo lo que hemos hecho y no culpamos a nadie por ello.
No obstante, después de una serena meditación, nos gustaría señalar que, a pesar de haber llevado el pelo largo, de haber vivido una revolución sexual, de habernos revelado contra ciertos valores tradicionales y de haber bailado con Los Beatles
y los Rolling Stones….
NO fuimos nosotros los que eliminamos:
La melodía de la música,
El talento y el ingenio de las creaciones artísticas,
La buena voz a la hora de cantar,
El orgullo por nuestra apariencia exterior,
La cortesía al conducir,
El romance en las relaciones amorosas,
El compromiso de la pareja,
La responsabilidad de la paternidad,
La unión de la familia,
El aprendizaje y gusto por la cultura,
El sentimiento de patriotismo,
El rechazo a la vulgaridad y la grosería,
NO fuimos nosotros los que eliminamos:
La escena de la Navidad de las escuelas y ciudades,
El buen comportamiento intelectual,
El refinamiento del lenguaje,
La dedicación a la literatura,
La prudencia a la hora de gastar,
La ambición por lograr ser alguien en la vida
Ni tampoco sacamos a Dios del gobierno, de las escuelas de los hospitales y de nuestra vida.
El respeto a los demás. A las mujeres y ancianos, y por supuesto que no somos los que eliminamos la paciencia y la tolerancia de nuestras relaciones personales ni de nuestras interacciones con los demás.
¡En efecto, ya soy una persona mayor!
Pero todavía puedo animar una fiesta... incluso si sólo resisto hasta las 12 pm.
Todavía puedo abrir frascos con tapas a prueba de niños aunque tenga que usar un martillo.
Todavía me acuerdo de llegar a mi casa a una hora y en forma adecuada.
Todavía duermo como un bebé en las noches...
aunque al otro día el cuerpo demore en permitir que me levante.
Pero todavía puedo reírme de las críticas...
aunque a veces no pueda oír bien lo que dicen de mí.
Todavía soy muy bueno contando historias o chistes… aunque las repita varias veces.
Pero no creas que me he vuelto peleador, cascarrabias ni intransigente…
Simplemente que tengo edad para decir que hay cosas que ya no me gustan…
Ya no me gusta la congestión de tráfico, ni las muchedumbres, ni la música alta,
ni los niños gritones, ni los perros que ladran, ni ciertos políticos que engañan,
ni tantas otras cosas que ahora no recuerdo.
Pero sí deseo seguir disfrutando de mi vida, la vida que Dios me ha regalado.
Eso si respetando a los demás y que los demás me respeten a mi.
No obstante, ahora no recuerdo si ya habìa puesto esto en el blog.
Si fue asì, disculpen.
Total... ¡qué importa!
Seguro que alguno de ustedes también se puso flores en la cabeza, entonó canciones de protesta, hizo algunas cosas no tan santas y se destornilló bailando con Los Beatles y los Rolling Stones, como yo.
Sólo las personas mayores pueden entender esto de estar escribiendo mensajes y chistes pesados en el blog casi todos los días.
sábado, 15 de agosto de 2009
Que es virtu@l?
Cierto día entré apurado y con mucho apetito a un restaurante.
Escogí una mesa bien alejada del movimiento, porque quería aprovechar los pocos minutos que tenía ese día, utilizarlos para comer y concretar algunas ideas de programación, de un sistema que estaba desarrollando, además tenía ganas de planear mis vacaciones, que desde hace mucho tiempo no sé lo que son.
Pedí un filet de salmón con alcaparras en manteca, ensalada con jugo de naranja, pues al final de cuenta hambre es hambre y régimen es régimen, no?
Abrí mi notebook y al mismo instante me llevé un susto con aquella voz bajita detrás de mí:
-Señor, me da unas monedas?
- No tengo, pequeño.
- Solo una monedita para compar un pan.
- Está bien, yo te compro uno.
Para variar, mi casilla de correos estaba llena de e-mails.
Quedé distraído leyendo poesías, lindos mensajes, riendo de esas locas bromas.
Ahhh! Esa música me llevaba a Londres, recordando un hermoso tiempo pasado.
- Señor, pida que le pongan al pan manteca y queso también!
Ahí me doy cuenta que el pequeño estaba a mi lado. - OK, pero después me dejas trabajar, estoy muy ocupado, de acuerdo?
Llegó mi comida y con ella la realidad.
Hago el pedido del pequeño, y el mozo me pregunta si quiero que el niño sea retirado.
Mi cargo de conciencia me impide tomar una decisión, y digo “no, está todo bien”.
- Déjelo que se quede. Traiga el pan y una comida decente para él.
Entonces el niño se sentó frente a mí y preguntó:
- Señor qué está haciendo?
- Estoy leyendo e-mails.
- Y qué son e-mails?
Son mensajes electrónicos enviados por personas vía Internet.
Sabía que él no iría a entender nada, y para evitar mayores cuestionamientos dije:
- Es como si fuese una carta, solo que se envía por Internet.
- Señor, usted tiene Internet?
- Sí tengo, es escencial en el mundo actual.
- Y qué es Internet?
- Es un lugar en la computadora donde podemos ver y oir muchas cosas, noticias, música, conocer personas, leer, escribir, soñar, trabajar, aprender. Tiene todo pero en un mundo virtual.
- Y qué es lo virtual?
Decido dar una explicación simplificada, con la certeza de que él poco va a entender, y me va a librar para comer mi almuerzo, sin culpa.
- Virtual es un lugar que imaginamos, algo que no podemos tocar, alcanzar.
Un lugar en el que creamos un montón de cosas que nos gustaría hacer.
Creamos nuestras fantasías, transformamos el mundo en casi como quisiéramos que fuese.
- Qué bueno, me gustó! ! !
- Pequeño, entendiste lo que es virtual?
- Si señor, yo también vivo en este mundo virtual.
- Y tú tienes computadora?
- No, pero mi mundo también es de ese estilo,... Virtual!!.
Mi madre pasa todo el día fuera, llega muy tarde y casi que no la veo.
Yo paso cuidando a mi hermano pequeño que vive llorando de hambre, y le doy agua para que el piense que es sopa.
Mi hermana mayor sale todo el día, dice que va a vender su cuerpo, pero yo no entiendo, pues ella vuelve siempre con su cuerpo.
Mi padre está en la cárcel hace mucho tiempo.
Y yo siempre imagino a toda la familia junta en casa, mucha comida, muchos juguetes en Navidad, y yo yendo a la escuela para ser un gran médico algún día.
- Esto no es virtual, señor?
Cerré mi notebook, no antes de que mis lágrimas cayeran sobre el teclado.
Esperé a que el niño terminase literalmente de “devorar” su plato, pagué la cuenta y di el cambio al pequeño, que me retribuyó con una de las mas bellas y sinceras sonrisas que jamás había recibido en mi vida, y además con un “Gracias señor, usted es un maestro!”.
Ahí, en ese instante, tuve la mayor prueba de virtualismo insensato en que vivimos todos los días, en cuanto a la cruel realidad rodeada de verdad, y hacemos de cuenta que no la percibimos!
Escogí una mesa bien alejada del movimiento, porque quería aprovechar los pocos minutos que tenía ese día, utilizarlos para comer y concretar algunas ideas de programación, de un sistema que estaba desarrollando, además tenía ganas de planear mis vacaciones, que desde hace mucho tiempo no sé lo que son.
Pedí un filet de salmón con alcaparras en manteca, ensalada con jugo de naranja, pues al final de cuenta hambre es hambre y régimen es régimen, no?
Abrí mi notebook y al mismo instante me llevé un susto con aquella voz bajita detrás de mí:
-Señor, me da unas monedas?
- No tengo, pequeño.
- Solo una monedita para compar un pan.
- Está bien, yo te compro uno.
Para variar, mi casilla de correos estaba llena de e-mails.
Quedé distraído leyendo poesías, lindos mensajes, riendo de esas locas bromas.
Ahhh! Esa música me llevaba a Londres, recordando un hermoso tiempo pasado.
- Señor, pida que le pongan al pan manteca y queso también!
Ahí me doy cuenta que el pequeño estaba a mi lado. - OK, pero después me dejas trabajar, estoy muy ocupado, de acuerdo?
Llegó mi comida y con ella la realidad.
Hago el pedido del pequeño, y el mozo me pregunta si quiero que el niño sea retirado.
Mi cargo de conciencia me impide tomar una decisión, y digo “no, está todo bien”.
- Déjelo que se quede. Traiga el pan y una comida decente para él.
Entonces el niño se sentó frente a mí y preguntó:
- Señor qué está haciendo?
- Estoy leyendo e-mails.
- Y qué son e-mails?
Son mensajes electrónicos enviados por personas vía Internet.
Sabía que él no iría a entender nada, y para evitar mayores cuestionamientos dije:
- Es como si fuese una carta, solo que se envía por Internet.
- Señor, usted tiene Internet?
- Sí tengo, es escencial en el mundo actual.
- Y qué es Internet?
- Es un lugar en la computadora donde podemos ver y oir muchas cosas, noticias, música, conocer personas, leer, escribir, soñar, trabajar, aprender. Tiene todo pero en un mundo virtual.
- Y qué es lo virtual?
Decido dar una explicación simplificada, con la certeza de que él poco va a entender, y me va a librar para comer mi almuerzo, sin culpa.
- Virtual es un lugar que imaginamos, algo que no podemos tocar, alcanzar.
Un lugar en el que creamos un montón de cosas que nos gustaría hacer.
Creamos nuestras fantasías, transformamos el mundo en casi como quisiéramos que fuese.
- Qué bueno, me gustó! ! !
- Pequeño, entendiste lo que es virtual?
- Si señor, yo también vivo en este mundo virtual.
- Y tú tienes computadora?
- No, pero mi mundo también es de ese estilo,... Virtual!!.
Mi madre pasa todo el día fuera, llega muy tarde y casi que no la veo.
Yo paso cuidando a mi hermano pequeño que vive llorando de hambre, y le doy agua para que el piense que es sopa.
Mi hermana mayor sale todo el día, dice que va a vender su cuerpo, pero yo no entiendo, pues ella vuelve siempre con su cuerpo.
Mi padre está en la cárcel hace mucho tiempo.
Y yo siempre imagino a toda la familia junta en casa, mucha comida, muchos juguetes en Navidad, y yo yendo a la escuela para ser un gran médico algún día.
- Esto no es virtual, señor?
Cerré mi notebook, no antes de que mis lágrimas cayeran sobre el teclado.
Esperé a que el niño terminase literalmente de “devorar” su plato, pagué la cuenta y di el cambio al pequeño, que me retribuyó con una de las mas bellas y sinceras sonrisas que jamás había recibido en mi vida, y además con un “Gracias señor, usted es un maestro!”.
Ahí, en ese instante, tuve la mayor prueba de virtualismo insensato en que vivimos todos los días, en cuanto a la cruel realidad rodeada de verdad, y hacemos de cuenta que no la percibimos!
El intruso...
Unos cuantos años después que yo nací, mi padre conoció a un extraño en nuestra pequeña población en mi país.
Desde el principio, mi padre quedó fascinado con este recién llegado encantador personaje, y enseguida le invitó a que viviera con nuestra familia.
El extraño aceptó y desde entonces ha estado con nosotros.
Mientras yo crecía, nunca pregunté su lugar en mi familia, en mi mente joven ya tenía un lugar muy especial.
Mis padres eran instructores complementarios: Mí mamá me enseñó lo que era bueno y lo que era malo y mi papá me enseñó a obedecer.
Pero el extraño era nuestro narrador.
Nos mantenía hechizados por horas al extremo con aventuras, misterios y comedias.
Si yo quería saber cualquier cosa de política, historia o ciencia, siempre sabía las contestaciones sobre el pasado.
¡Conocía del presente y hasta podía predecir el futuro!
Llevó a mi familia al primer juego de las ligas mayores de futbol.
Me hacia reír, y me hacia llorar.
El extraño nunca paraba de hablar, pero a mi padre no le importaba.
A veces, mi mamá se levantaba temprano y callada, mientras que el resto de nosotros estábamos pendientes para escuchar lo que tenía que decir, pero ella se iba a la cocina para tener paz y tranquilidad.
(Ahora me pregunto si ella habría rezado alguna vez, para que el extraño se fuera).
Mi padre dirigió nuestro hogar con ciertas convicciones morales, pero el extraño nunca se sentía obligado para honrarlas.
Las blasfemias, por ejemplo, no fueron permitidas en nuestra casa... No de nosotros, ni de nuestros amigos o de cualesquier visitante.
Sin embargo, nuestro visitante de largo plazo, lograba pronunciar la palabra esa HP que quemaban mis oídos e hicieron que mi papá se retorciera y mi madre se ruborizara.
Mi papá nunca nos dio permiso para usar alcohol de manera liberal.
Pero el extraño nos animó a intentarlo sobre una base regular.
Hizo que los cigarrillos parecieran frescos e inofensivos, y que los cigarros y las pipas se vieran distinguidas.
Hablaba libremente (demasiado) sobre sexo.
Sus comentarios eran a veces evidentes, a veces sugestivos, y generalmente vergonzosos.
Ahora sé que mis conceptos sobre relaciones fueron influenciados fuertemente durante mi adolescencia por el extraño.
Repetidas veces lo reprendieron y raramente le hizo caso a los valores de mis padres y NUNCA le pidieron que se fuera.
Más de cincuenta años han pasado desde que el extraño se mudó con nuestra familia.
Desde entonces ha cambiado mucho y ya no es casi tan fascinante como era al principio.
No obstante, si hoy usted pudiera entrar en la guarida de mis padres, todavía lo encontraría sentado en su esquina, esperando a alguien para que escuchara sus charlas y para verlo dibujar sus cuadros. ¿Su nombre? ¡Nosotros lo llamamos televisor! ¡Ahora tiene una esposa que le llaman Computadora y un hijo que le llaman Celular!
Desde el principio, mi padre quedó fascinado con este recién llegado encantador personaje, y enseguida le invitó a que viviera con nuestra familia.
El extraño aceptó y desde entonces ha estado con nosotros.
Mientras yo crecía, nunca pregunté su lugar en mi familia, en mi mente joven ya tenía un lugar muy especial.
Mis padres eran instructores complementarios: Mí mamá me enseñó lo que era bueno y lo que era malo y mi papá me enseñó a obedecer.
Pero el extraño era nuestro narrador.
Nos mantenía hechizados por horas al extremo con aventuras, misterios y comedias.
Si yo quería saber cualquier cosa de política, historia o ciencia, siempre sabía las contestaciones sobre el pasado.
¡Conocía del presente y hasta podía predecir el futuro!
Llevó a mi familia al primer juego de las ligas mayores de futbol.
Me hacia reír, y me hacia llorar.
El extraño nunca paraba de hablar, pero a mi padre no le importaba.
A veces, mi mamá se levantaba temprano y callada, mientras que el resto de nosotros estábamos pendientes para escuchar lo que tenía que decir, pero ella se iba a la cocina para tener paz y tranquilidad.
(Ahora me pregunto si ella habría rezado alguna vez, para que el extraño se fuera).
Mi padre dirigió nuestro hogar con ciertas convicciones morales, pero el extraño nunca se sentía obligado para honrarlas.
Las blasfemias, por ejemplo, no fueron permitidas en nuestra casa... No de nosotros, ni de nuestros amigos o de cualesquier visitante.
Sin embargo, nuestro visitante de largo plazo, lograba pronunciar la palabra esa HP que quemaban mis oídos e hicieron que mi papá se retorciera y mi madre se ruborizara.
Mi papá nunca nos dio permiso para usar alcohol de manera liberal.
Pero el extraño nos animó a intentarlo sobre una base regular.
Hizo que los cigarrillos parecieran frescos e inofensivos, y que los cigarros y las pipas se vieran distinguidas.
Hablaba libremente (demasiado) sobre sexo.
Sus comentarios eran a veces evidentes, a veces sugestivos, y generalmente vergonzosos.
Ahora sé que mis conceptos sobre relaciones fueron influenciados fuertemente durante mi adolescencia por el extraño.
Repetidas veces lo reprendieron y raramente le hizo caso a los valores de mis padres y NUNCA le pidieron que se fuera.
Más de cincuenta años han pasado desde que el extraño se mudó con nuestra familia.
Desde entonces ha cambiado mucho y ya no es casi tan fascinante como era al principio.
No obstante, si hoy usted pudiera entrar en la guarida de mis padres, todavía lo encontraría sentado en su esquina, esperando a alguien para que escuchara sus charlas y para verlo dibujar sus cuadros. ¿Su nombre? ¡Nosotros lo llamamos televisor! ¡Ahora tiene una esposa que le llaman Computadora y un hijo que le llaman Celular!
martes, 11 de agosto de 2009
Fatiga de libertad
Poder elegir es el fruto fresco y maduro de la libertad. Cuando podemos contestar o callar, decidir o ignorar, aceptar o rechazar sin estar sometidos a presiones o coacciones, estamos activando nuestra responsabilidad y dignidad como seres humanos: estamos eligiendo en libertad.
No fue fácil el camino. La historia transpira, suda y rezuma dominaciones, esclavitudes, exterminios, humillaciones y mil y una maldades que aún hoy logran su triunfo por el sometimiento intelectual e incluso físico. Los enanos mentales borrachos de poder siguen siendo los enemigos máximos de la libertad.
Las sociedades realmente libres se detectan con rapidez porque viven envueltas en una permanente multiplicidad de ideas, pensamientos y cosas. Hay ofertas de estilos de vida y de cama, de creencias y agnosticismos, de banderas y paños de lágrimas, de himnos sin letra y palabras sin música, hipotecas y alquileres, vuelos lejanos y atascos próximos, vitaminas y anemias, universidades y discotecas. Sobra de todo porque la libertad siempre provoca la multiplicidad.
La libertad huele a oferta. Ya no hay un solo camino, porque la libertad te sitúa constantemente en una cumbre desde la que puedes volar en cualquier dirección. Ya no hay imposición ajena, porque reclama tu constante raciocinio sin maldad para que ejerzas tu poder de pensar y elegir.
Por eso, a veces la libertad fatiga. Pero su ausencia siempre mata.
jueves, 6 de agosto de 2009
SIETE HÁBITOS DE LOSPADRES BRILLANTES
Los siete hábitos de los padres brillantes pueden cambiar para siempre la educación. Pueden revolucionar la relación entre padres e hijos y transformar la familia en un jardín de sueños.
PRIMER HÁBITO
BUENOS PADRES DAN BUENOS OBSEQUIOS, PADRES BRILLANTES DAN SU PROPIO SER.
Este hábito de los padres brillantes contribuye a desarrollar en sus hijos la autoestima, protección de emoción, capacidad para manejar pérdidas y frustraciones, filtrar estímulos estresantes, dialogar, escuchar.
Los padres buenos atienden, dentro de sus condiciones, los deseos de sus hijos.
Los padres brillantes dan algo incomparablemente más valioso a sus hijos, algo que todo el dinero del mundo no puede comprar: su propio ser, su vida, sus experiencias, sus lágrimas, su tiempo.
Los padres que viven en función de dar presentes a sus hijos, son evocados por ratos.
Los padres que se preocupan en comunicar su historia a los hijos, se convierten en inolvidables. Muchos padres trabajan para darles el mundo a sus hijos, pero se olvidan de abrirles e ellos el libro de su propia vida.
Lamentablemente, sus hijos sólo van a admirarlos el día en que ellos mueran.
SEGUNDO HÁBITO
LOS BUENOS PADRES NUTREN EL CUERPO, LOS PADRES BRILLANTES NUTREN LA PERSONALIDAD.
Este hábito de los padres brillantes contribuye a desenvolver reflexión, libertad controlada, valor, optimismo, superación del medio, prevención de conflictos.
Los buenos padres cuidan de la nutrición física de sus hijos, los estimula a tener buena dieta, con alimentos sanos, tiernos y frescos.
Los padres brillantes van más allá, saben que la personalidad necesita excelente nutrición psíquica, se preocupan por los alimentos que enriquecen la inteligencia y la emoción.
Debido a que la sociedad se convirtió en una fábrica de estrés, no hay control sobre el proceso de formación de la personalidad de nuestros hijos.
Antiguamente una familia estructurada era garantía de que los hijos desarrollarían una personalidad saludable.
Hoy, los buenos padres están produciendo hijos ansiosos, alienados, autoritarios, angustiados, que atraviesan graves conflictos.
Los padres brillantes preparan a sus hijos para que sobrevivan en las turbulentas aguas de la emoción y desarrollen capacidad crítica.
TERCER HÁBITO
LOS PADRES BUENOS CORRIGEN LOS ERRORES, LOS PADRES BRILLANTES ENSEÑAN A PENSAR.
Este hábito de los padres brillantes contribuye a desenvolver conciencia crítica, pensar antes de reaccionar, fidelidad, honestidad, capacidad de averiguar, responsabilidad social.
Los buenos padres corrigen errores, los padres brillantes enseñan a los hijos a pensar.
Entre corregir errores y enseñar a pensar, existen más misterios de lo que imagina nuestra psicología.
Haga que sus hijos reflexionen.
Los viejos regaños y los conocidos sermones definitivamente no funcionan, sino que desgastan la relación.
Cuando usted abre la boca para repetir las mismas cosas, inconscientemente estimula la aparición de determinados archivos de la memoria que contienen viejas críticas y como sus hijos ya saben todo lo que usted va a decir, se armarán, se defenderán y lo que usted diga, no les penetrará, no les generará un momento educacional.
No insista en repetir las mismas cosas por los mismos errores, para las mismas terquedades porque los hijos continúan repitiendo las mismas faltas.
Los mismos errores merecen actitudes nuevas.
CUARTO HÁBITO
LOS BUENOS PADRES PREPARAN A LOS HIJOS PARA LOS APLAUSOS, LOS PADRES BRILLANTES LOS PREPARAN PARA ENFRENTAR LOS FRACASOS.
Este hábito de los padres brillantes contribuye a desarrollar motivación, osadía, paciencia, determinación, capacidad de superación, creatividad y aprovechar oportunidades.
Los buenos padres preparan a sus hijos para recibir aplausos, los padres brillantes los preparan para enfrentar sus derrotas.
Los buenos padres educan la inteligencia lógica de los hijos, los padres brillantes educan sus sensibilidades.
Estimulen a sus hijos a tener metas, a procurar el éxito en los estudios, en el trabajo, en las relaciones sociales y llévelos a no tenerle miedo a los fracasos.
Muchos no consiguen sobresalir en su trabajo, porque se rindieron frente a los primeros obstáculos.
Otros no vencieron porque no tuvieron paciencia para soportar una negativa, porque no tuvieron osadía para enfrentar algunas críticas, ni humildad para reconocer sus faltas.
La perseverancia es tan importante como la habilidad intelectual.
Vencer no es siempre acertar.
QUINTO HÁBITO
LOS BUENOS PADRES CONVERSAN ACERCA DEL MUNDO EN QUE ESTÁN, LOS PADRES BRILLANTES DIALOGAN COMO AMIGOS SOBRE EL MUNDO QUE SON.
Este hábito de los padres brillantes contribuye a desenvolver solidaridad, compañerismo, placer de vivir, inteligencia interpersonal.
Debemos comprender que la mejor forma de desarrollar un quinto hábito, es dialogar.
Los buenos padres conversan, los padres brillantes dialogan.
Entre conversar y dialogar hay una gran diferencia.
Conversar es hablar sobre el mundo que nos rodea, dialogar es hablar sobre el mundo que somos.
Dialogar es contar experiencias, es sacar lo que está oculto en el corazón, es penetrar la cortina de los comportamientos, es desarrollar la inteligencia interpersonal.
Más de la mitad de los padres nunca tienen el valor de dialogar con sus hijos sobre sus temores, pérdidas, frustraciones.
La mayoría de los educadores no consiguen atravesar la cortina de los comportamientos.
No es posible que muchos padres e hijos viviendo en el mismo techo, permanezcan aislados, dicen que se aman pero gastan poca energía en cultivar el amor.
Cuidan de las paredes cerradas, los problemas del auto, pero no cuidan los cierres de la emoción y los problemas de relación.
SEXTO HÁBITO
LOS PADRES BUENOS DAN INFORMACIONES, LOS PADRES BRILLANTES SON CONTADORES DE HISTORIAS.
Este hábito de los padres brillantes contribuye a desarrollar creatividad, inventiva, perspicacia, raciocinio esquemático, capacidad para encontrar soluciones en situaciones difíciles.
Los padres buenos son una enciclopedia de informaciones.
Los padres brillantes son agradables contadores de historias, son creativos, perspicaces, capaces de extraer de las cosas más simples, bellísimas lecciones de vida.
Apenas tenga el hábito de dialogar, cuente historias, cautiven a sus hijos por su inteligencia y afectividad y no por autoridad, dinero o poder.
Conviértanse en personas agradables e influencien en el ambiente donde los hijos están.
La imagen que los amigos de sus hijos tengan de ustedes, es el termómetro que indica si son agradables, indiferentes o insoportables.
Si ellos se complacen en acercárseles, ustedes aprobarán el examen, si los evitan fueron reprobados y tendrán que revisar sus actitudes.
Los padres que son contadores de historias, no tienen vergüenza de usar sus errores y dificultades para ayudar a sus hijos a meterse dentro de sí mismos y encontrar sus caminos.
SÈPTIMO HÁBITO
LOS BUENOS PADRES LES DAN OPORTUNIDADES A SUS HIJOS, LOS PADRES BRILLANTES NUNCA DESISTEN DE ELLOS.
Este hábito de los padres brillantes contribuye a desarrollar aprecio por la vida, esperanza, perseverancia, motivación, determinación y capacidad de debatir, de superar obstáculos y de vencer fracasos.
Los buenos padres son tolerantes con algunos errores de sus hijos.
Los padres brillantes jamás desisten de ellos, aunque los decepcionen, cometan errores, no les agradezcan y pasen por los senderos de los trastornos emocionales.
El mundo puede no creer en nuestros hijos, puede suponer que no lograrán nada en la vida, pero si somos padres brillantes podremos creer en ellos, procurar distinguir lo que ninguno ve.
Los padres brillantes son sembradores de ideas y no controladores de sus hijos.
Siembran en el solar de sus inteligencias y esperan que un día germinen sus semillas.
Durante la espera puede haber desolación, pero si las semillas son buenas, un día germinarán.
Aunque los hijos desprecien su futuro, algún día retornarán.
Un ejemplo magnífico para ser seguido, es la Parábola del Hijo Pródigo.
EN NOMBRE DE TODOS LOS HIJOS DEL MUNDO, AGRADEZCO A TODOS LOS PADRES POR CUANTO HICIERON POR NOSOTROS.
GRACIAS POR SUS CONSEJOS, CARIÑO, REPRIMENDAS, BESOS.
EL AMOR LOS LLEVÓ A CORRER TODOS LOS RIESGOS DEL MUNDO POR NUESTRA CAUSA.
USTEDES NO DIERON TODO LO QUE DESEABAN A CADA HIJO, PERO DIERON TODO LO QUE TENÍAN.
NUESTRA DEUDA ES IMPAGABLE, LES DEBEMOS AMOR Y LLEVAREMOS SIEMPRE UN PEDAZO DE SU SER DENTRO DE NUESTRO PROPIO SER
PRIMER HÁBITO
BUENOS PADRES DAN BUENOS OBSEQUIOS, PADRES BRILLANTES DAN SU PROPIO SER.
Este hábito de los padres brillantes contribuye a desarrollar en sus hijos la autoestima, protección de emoción, capacidad para manejar pérdidas y frustraciones, filtrar estímulos estresantes, dialogar, escuchar.
Los padres buenos atienden, dentro de sus condiciones, los deseos de sus hijos.
Los padres brillantes dan algo incomparablemente más valioso a sus hijos, algo que todo el dinero del mundo no puede comprar: su propio ser, su vida, sus experiencias, sus lágrimas, su tiempo.
Los padres que viven en función de dar presentes a sus hijos, son evocados por ratos.
Los padres que se preocupan en comunicar su historia a los hijos, se convierten en inolvidables. Muchos padres trabajan para darles el mundo a sus hijos, pero se olvidan de abrirles e ellos el libro de su propia vida.
Lamentablemente, sus hijos sólo van a admirarlos el día en que ellos mueran.
SEGUNDO HÁBITO
LOS BUENOS PADRES NUTREN EL CUERPO, LOS PADRES BRILLANTES NUTREN LA PERSONALIDAD.
Este hábito de los padres brillantes contribuye a desenvolver reflexión, libertad controlada, valor, optimismo, superación del medio, prevención de conflictos.
Los buenos padres cuidan de la nutrición física de sus hijos, los estimula a tener buena dieta, con alimentos sanos, tiernos y frescos.
Los padres brillantes van más allá, saben que la personalidad necesita excelente nutrición psíquica, se preocupan por los alimentos que enriquecen la inteligencia y la emoción.
Debido a que la sociedad se convirtió en una fábrica de estrés, no hay control sobre el proceso de formación de la personalidad de nuestros hijos.
Antiguamente una familia estructurada era garantía de que los hijos desarrollarían una personalidad saludable.
Hoy, los buenos padres están produciendo hijos ansiosos, alienados, autoritarios, angustiados, que atraviesan graves conflictos.
Los padres brillantes preparan a sus hijos para que sobrevivan en las turbulentas aguas de la emoción y desarrollen capacidad crítica.
TERCER HÁBITO
LOS PADRES BUENOS CORRIGEN LOS ERRORES, LOS PADRES BRILLANTES ENSEÑAN A PENSAR.
Este hábito de los padres brillantes contribuye a desenvolver conciencia crítica, pensar antes de reaccionar, fidelidad, honestidad, capacidad de averiguar, responsabilidad social.
Los buenos padres corrigen errores, los padres brillantes enseñan a los hijos a pensar.
Entre corregir errores y enseñar a pensar, existen más misterios de lo que imagina nuestra psicología.
Haga que sus hijos reflexionen.
Los viejos regaños y los conocidos sermones definitivamente no funcionan, sino que desgastan la relación.
Cuando usted abre la boca para repetir las mismas cosas, inconscientemente estimula la aparición de determinados archivos de la memoria que contienen viejas críticas y como sus hijos ya saben todo lo que usted va a decir, se armarán, se defenderán y lo que usted diga, no les penetrará, no les generará un momento educacional.
No insista en repetir las mismas cosas por los mismos errores, para las mismas terquedades porque los hijos continúan repitiendo las mismas faltas.
Los mismos errores merecen actitudes nuevas.
CUARTO HÁBITO
LOS BUENOS PADRES PREPARAN A LOS HIJOS PARA LOS APLAUSOS, LOS PADRES BRILLANTES LOS PREPARAN PARA ENFRENTAR LOS FRACASOS.
Este hábito de los padres brillantes contribuye a desarrollar motivación, osadía, paciencia, determinación, capacidad de superación, creatividad y aprovechar oportunidades.
Los buenos padres preparan a sus hijos para recibir aplausos, los padres brillantes los preparan para enfrentar sus derrotas.
Los buenos padres educan la inteligencia lógica de los hijos, los padres brillantes educan sus sensibilidades.
Estimulen a sus hijos a tener metas, a procurar el éxito en los estudios, en el trabajo, en las relaciones sociales y llévelos a no tenerle miedo a los fracasos.
Muchos no consiguen sobresalir en su trabajo, porque se rindieron frente a los primeros obstáculos.
Otros no vencieron porque no tuvieron paciencia para soportar una negativa, porque no tuvieron osadía para enfrentar algunas críticas, ni humildad para reconocer sus faltas.
La perseverancia es tan importante como la habilidad intelectual.
Vencer no es siempre acertar.
QUINTO HÁBITO
LOS BUENOS PADRES CONVERSAN ACERCA DEL MUNDO EN QUE ESTÁN, LOS PADRES BRILLANTES DIALOGAN COMO AMIGOS SOBRE EL MUNDO QUE SON.
Este hábito de los padres brillantes contribuye a desenvolver solidaridad, compañerismo, placer de vivir, inteligencia interpersonal.
Debemos comprender que la mejor forma de desarrollar un quinto hábito, es dialogar.
Los buenos padres conversan, los padres brillantes dialogan.
Entre conversar y dialogar hay una gran diferencia.
Conversar es hablar sobre el mundo que nos rodea, dialogar es hablar sobre el mundo que somos.
Dialogar es contar experiencias, es sacar lo que está oculto en el corazón, es penetrar la cortina de los comportamientos, es desarrollar la inteligencia interpersonal.
Más de la mitad de los padres nunca tienen el valor de dialogar con sus hijos sobre sus temores, pérdidas, frustraciones.
La mayoría de los educadores no consiguen atravesar la cortina de los comportamientos.
No es posible que muchos padres e hijos viviendo en el mismo techo, permanezcan aislados, dicen que se aman pero gastan poca energía en cultivar el amor.
Cuidan de las paredes cerradas, los problemas del auto, pero no cuidan los cierres de la emoción y los problemas de relación.
SEXTO HÁBITO
LOS PADRES BUENOS DAN INFORMACIONES, LOS PADRES BRILLANTES SON CONTADORES DE HISTORIAS.
Este hábito de los padres brillantes contribuye a desarrollar creatividad, inventiva, perspicacia, raciocinio esquemático, capacidad para encontrar soluciones en situaciones difíciles.
Los padres buenos son una enciclopedia de informaciones.
Los padres brillantes son agradables contadores de historias, son creativos, perspicaces, capaces de extraer de las cosas más simples, bellísimas lecciones de vida.
Apenas tenga el hábito de dialogar, cuente historias, cautiven a sus hijos por su inteligencia y afectividad y no por autoridad, dinero o poder.
Conviértanse en personas agradables e influencien en el ambiente donde los hijos están.
La imagen que los amigos de sus hijos tengan de ustedes, es el termómetro que indica si son agradables, indiferentes o insoportables.
Si ellos se complacen en acercárseles, ustedes aprobarán el examen, si los evitan fueron reprobados y tendrán que revisar sus actitudes.
Los padres que son contadores de historias, no tienen vergüenza de usar sus errores y dificultades para ayudar a sus hijos a meterse dentro de sí mismos y encontrar sus caminos.
SÈPTIMO HÁBITO
LOS BUENOS PADRES LES DAN OPORTUNIDADES A SUS HIJOS, LOS PADRES BRILLANTES NUNCA DESISTEN DE ELLOS.
Este hábito de los padres brillantes contribuye a desarrollar aprecio por la vida, esperanza, perseverancia, motivación, determinación y capacidad de debatir, de superar obstáculos y de vencer fracasos.
Los buenos padres son tolerantes con algunos errores de sus hijos.
Los padres brillantes jamás desisten de ellos, aunque los decepcionen, cometan errores, no les agradezcan y pasen por los senderos de los trastornos emocionales.
El mundo puede no creer en nuestros hijos, puede suponer que no lograrán nada en la vida, pero si somos padres brillantes podremos creer en ellos, procurar distinguir lo que ninguno ve.
Los padres brillantes son sembradores de ideas y no controladores de sus hijos.
Siembran en el solar de sus inteligencias y esperan que un día germinen sus semillas.
Durante la espera puede haber desolación, pero si las semillas son buenas, un día germinarán.
Aunque los hijos desprecien su futuro, algún día retornarán.
Un ejemplo magnífico para ser seguido, es la Parábola del Hijo Pródigo.
EN NOMBRE DE TODOS LOS HIJOS DEL MUNDO, AGRADEZCO A TODOS LOS PADRES POR CUANTO HICIERON POR NOSOTROS.
GRACIAS POR SUS CONSEJOS, CARIÑO, REPRIMENDAS, BESOS.
EL AMOR LOS LLEVÓ A CORRER TODOS LOS RIESGOS DEL MUNDO POR NUESTRA CAUSA.
USTEDES NO DIERON TODO LO QUE DESEABAN A CADA HIJO, PERO DIERON TODO LO QUE TENÍAN.
NUESTRA DEUDA ES IMPAGABLE, LES DEBEMOS AMOR Y LLEVAREMOS SIEMPRE UN PEDAZO DE SU SER DENTRO DE NUESTRO PROPIO SER
miércoles, 5 de agosto de 2009
UN GRAN HOMBRE
Mi padre acariciándome el rostro,
me dijo:
"Hija mía,
enamórate de un GRAN HOMBRE
y no volverás a llorar"...
¡El mundo será completamente distinto!.
¿Para que quieres a un hombre
que te abandonará por un cabello más claro?,
¿Por unos ojos de otro color?
¿o por un cuerpo más esbelto?
Encuentra a ese GRAN HOMBRE
Que sepa admirar la verdadera
belleza que hay en ti.
Me costo trabajo comprender que
GRAN HOMBRE
No es el que llega más alto,
ni el que tiene más dinero,
o casa, carro,
ni el que vive rodeado de mujeres,
ni mucho menos el más guapo...
Un verdadero y GRAN HOMBRE...
es aquel ser humano lleno de transparencia,
que no oculta sus
verdaderos sentimientos
ni se refugia en vicios y cortinas de humo.
Un GRAN HOMBRE,
es quien admira a una mujer
por sus cimientos morales
y grandeza interior...
Un GRAN HOMBRE,
es que el camina de frente,
Es aquel que no miente
y sabe llorar su dolor...
Hoy estoy
felizmente enamorada
y ese GRAN HOMBRE
con quien estoy...
no era ni el más popular,
ni el más perseguido,
ni el más solicitado,
ni mucho menos el más
adinerado...
Ese Gran Hombre
es quien nunca me hace llorar...,
Es quien me hace sonreír
Es quien me hace sonreír
por lo mucho que hemos logrado.
Ese GRAN HOMBRE,
me ama tanto,
que me quiere por quien Soy...
y por lo que somos juntos...
Haz crecer a ese GRAN HOMBRE
que llevas dentro...
Para que encuentres a
una GRAN MUJER.
Tener una actitud positiva cada dia
Tener una actitud positiva
no significa vivir sin estrés
y sin problemas, significa enfrentar
y resolver los problemas
con confianza en uno mismo,
cuando éstos se presentan
y disfrutar de la vida
en todos los momentos posibles.
Que significa una actitud positiva?
¿Se puede ser feliz
cuando tenemos problemas
o estamos estresados?
Definitivamente sí.
Todo depende de
nuestra actitud ante
dichos problemas y
ante el estrés.
Tener una actitud positiva
no depende únicamente
de ser optimista,
implica tener los siguientes elementos:
Un optimismo ..objetivo y responsable,
una autoestima sana,
autocontrol emocional,
capacidad para vivir el presente
y una
postura activa (no reactiva)
ante los problemas,
sentido del humor.
sentido del humor.
Que tengan un
Bello Miercoles
LLENO DE OPTIMISMO
Y PRODUCTIVO
QUE LOGREN LOS
OBJETIVOS PROPUESTOS PARA
EL DIA DE HOY.
Y PRODUCTIVO
QUE LOGREN LOS
OBJETIVOS PROPUESTOS PARA
EL DIA DE HOY.
DALE VIDA A TUS SUEÑOS
Dale vida a los sueños
que alimentan tu alma,
no los confundas nunca
con realidades vanas.
Y aunque tu mente
sienta necesidad humana,
de conseguir las metas
y de escalar montañas;
nunca rompas tus sueños,
porque matas el alma.
Dale vida a tus sueños,
aunque te llamen loca,
no los dejes que
mueran de hastío,
poco a poco,
no les rompas las alas,
que son de fantasía,
y déjalos que
vuelen contigo en compañía.
Dale vida a tus sueños
y con ellos volando,
tocarás las estrellas,
y el viento susurrando,
te contará secretos
que para ti ha guardado
y sentirás el cuerpo
de caricias bañado,
del alma que despierta
para estar a tu lado.
Dale vida a los sueños
que tienes escondidos,
descubrirás que puedes
vivir estos momentos
con los ojos abiertos
y los miedos dormidos,
los ojos cerrados
y los sueños despiertos.
Ya casi se termina el año
y tenemos sueños ya para
lo que tenemos por delante,
vale la pena luchar
y perseverar por ellos,
vendran situaciones difíciles
y no todo sera color de rosa,
pero si no hay inconvenientes
la vida no seria vida,
que nos caractericemos
por perseverar y que
en todo lo que hagamos
seamos diligentes,
no desmayar y
mantener la fe viva..
Eso los invito para este
año nuevo que viene..
martes, 4 de agosto de 2009
EL TREN EN EL QUE NUNCA VIAJÉ.
En la estación del tren me gustaba entrar al andén y ocupar un lugar en la banca larga que se encontraba en el centro del mismo, su tamaño permitía que siempre hubiera un lugar reservado para mi, y por lo regular era en medio de ella, sitio por demás privilegiado, ya que me permitía una mejor observación de los pormenores que acontecían.
Debo confesar que si llegaba a ese lugar, al principio fue por la comodidad que representaba sentarme ahí a tomar un té que llevaba preparado en mi termo después de los alimentos que consumía en una fonda cercana, esto en las dos horas que me daban para comer en el empleo de oficinista de ese entonces.
Ahí pasaba mi tiempo, viendo los trenes al llegar, pasajeros apeándose y las maneras en que eran recibidos, a los que iban a abordar para emprender su partida y como eran despedidos, gente que llegaba tarde y corrían presurosos tras el caballo de hierro que ya iba a una velocidad considerable, y esas carreras resultaban infructuosas la mayoría de las veces, únicamente en dos ocasiones diferentes celebré tácitamente el logro de esos jóvenes que si llegaron a subir al tren en plena carrera.
Gente que lloraba de tristeza o de alegría, dependiendo si era una despedida o un recibimiento y viceversa, algunas eran desgarradoras, recuerdo esa ocasión en que una niña de aproximadamente 8 años, no quería dejar que su padre se fuera, la forma en que me pareció ver como en los hombros de ese señor, se notaba una carga enorme y como al volver su vista para ver a su pequeña, sus ojos estaban inundados de ese llanto doloroso que sólo una gran amargura puede ocasionar, y ella, vio como partía en el tren la persona que amaba tanto y no alcanzaba a comprender el porqué tenía que ser así, como me dieron ganas de correr y consolar a esa pequeña que se quedó tan confusa llorando y preguntándole a su mamá del porqué su papá se había ido, y la señora la abrazaba y le decía que era por el trabajo, pero que pronto volvería o ellas irían a donde él estaba, que tuviera paciencia y que ya no estuviera así, al irse del andén, pasó frente de mi y le brindé una sonrisa que tal vez le serviría de calmante, al menos eso pensé.
Es increíble como la fuerza de la costumbre y al estar enmedio de ese marasmo de sentimientos encontrados, se van haciendo parte de uno mismo, y puedes pasar de ser un simple observador, a un participante como fue mi caso, de todos esos sentimientos que se liberaban y se convertían en una energía extraña pero muy pura y que te envuelven misteriosamente.
El número de las tardes en que estuve presenciando esas cosas que se hicieron habituales, no puedo decir cuantas fueron, pero una tarde de lluvia llegué y me enteré que al siguiente día, la estación cerraría definitivamente, el servicio de ferrocarril dejaría de funcionar, mi sorpresa al recibir esa noticia acompañada de una tristeza tan grande, equiparable a cuando pierdes a un ser muy querido y especial en tu vida, creo una confusión y angustia momentánea pero que a la fecha me sigue acompañando, una amargura porque no aproveché cierto mensaje que por querer ser solamente un observador, no hice caso, nunca fui uno de los pasajeros de esos trenes, y dejé pasar esa oportunidad, cuantos de nosotros pensamos… algún día, haré esto o aquello, y de repente te cierran la estación.
Hoy en día ya no estoy en ese empleo, paso muy esporádicamente por ese lugar que fue refugio de mis momentos libres para disfrutar mi té, eso se convirtió en un amor que también me abandonó, así es como lo sentí en su momento, sin embargo hay que seguir en el camino, la banca, los trenes, las vías los durmientes y los pasajeros ya no son parte de mi vida, pero son una serie de historias inconclusas que ya forman parte de mis recuerdos.
Debo confesar que si llegaba a ese lugar, al principio fue por la comodidad que representaba sentarme ahí a tomar un té que llevaba preparado en mi termo después de los alimentos que consumía en una fonda cercana, esto en las dos horas que me daban para comer en el empleo de oficinista de ese entonces.
Ahí pasaba mi tiempo, viendo los trenes al llegar, pasajeros apeándose y las maneras en que eran recibidos, a los que iban a abordar para emprender su partida y como eran despedidos, gente que llegaba tarde y corrían presurosos tras el caballo de hierro que ya iba a una velocidad considerable, y esas carreras resultaban infructuosas la mayoría de las veces, únicamente en dos ocasiones diferentes celebré tácitamente el logro de esos jóvenes que si llegaron a subir al tren en plena carrera.
Gente que lloraba de tristeza o de alegría, dependiendo si era una despedida o un recibimiento y viceversa, algunas eran desgarradoras, recuerdo esa ocasión en que una niña de aproximadamente 8 años, no quería dejar que su padre se fuera, la forma en que me pareció ver como en los hombros de ese señor, se notaba una carga enorme y como al volver su vista para ver a su pequeña, sus ojos estaban inundados de ese llanto doloroso que sólo una gran amargura puede ocasionar, y ella, vio como partía en el tren la persona que amaba tanto y no alcanzaba a comprender el porqué tenía que ser así, como me dieron ganas de correr y consolar a esa pequeña que se quedó tan confusa llorando y preguntándole a su mamá del porqué su papá se había ido, y la señora la abrazaba y le decía que era por el trabajo, pero que pronto volvería o ellas irían a donde él estaba, que tuviera paciencia y que ya no estuviera así, al irse del andén, pasó frente de mi y le brindé una sonrisa que tal vez le serviría de calmante, al menos eso pensé.
Es increíble como la fuerza de la costumbre y al estar enmedio de ese marasmo de sentimientos encontrados, se van haciendo parte de uno mismo, y puedes pasar de ser un simple observador, a un participante como fue mi caso, de todos esos sentimientos que se liberaban y se convertían en una energía extraña pero muy pura y que te envuelven misteriosamente.
El número de las tardes en que estuve presenciando esas cosas que se hicieron habituales, no puedo decir cuantas fueron, pero una tarde de lluvia llegué y me enteré que al siguiente día, la estación cerraría definitivamente, el servicio de ferrocarril dejaría de funcionar, mi sorpresa al recibir esa noticia acompañada de una tristeza tan grande, equiparable a cuando pierdes a un ser muy querido y especial en tu vida, creo una confusión y angustia momentánea pero que a la fecha me sigue acompañando, una amargura porque no aproveché cierto mensaje que por querer ser solamente un observador, no hice caso, nunca fui uno de los pasajeros de esos trenes, y dejé pasar esa oportunidad, cuantos de nosotros pensamos… algún día, haré esto o aquello, y de repente te cierran la estación.
Hoy en día ya no estoy en ese empleo, paso muy esporádicamente por ese lugar que fue refugio de mis momentos libres para disfrutar mi té, eso se convirtió en un amor que también me abandonó, así es como lo sentí en su momento, sin embargo hay que seguir en el camino, la banca, los trenes, las vías los durmientes y los pasajeros ya no son parte de mi vida, pero son una serie de historias inconclusas que ya forman parte de mis recuerdos.
lunes, 3 de agosto de 2009
La raza universal
Las personas, grupos y naciones que se encierran en sí mismos, demasiadas veces con la esquizofrénica convicción de una supuesta superioridad, acaban convirtiendo su fatuo orgullo en el inexorable y comprobado principio de su autodestrucción.
Cada vez que nos abrimos ampliamos nuestro existir.
Al hacerlo, agitamos y multiplicamos nuestro espacio cerebral y nuestra facultad de captar nuevos criterios, prácticas y saberes. Para coincidir o rechazar, pero siempre desde la apertura con criterio propio y sin temor ajeno; ejerciendo la auténtica libertad, esa que empieza y acaba en nosotros mismos, sin griteríos, pancartas ni subarrendando nuestras neuronas a iluminados de turno.
En contra de los pesimistas compulsivos y las críticas que me van a llover, creo firmemente en esa juventud hoy silenciosa que un día nos sustituirá. En la larga historia de la humanidad jamás existió tanto conocimiento acumulado, tecnología disponible, injusticia divulgada y, a pesar de tanto fascista con porra de mando, jamás existieron tantas democracias avalando tantos millones de libertades individuales. Ese cóctel es rotundamente nuevo, concreto y prometedor.
Por eso creo que frente a visiones cerradas que sólo buscan perpetuar sus propias limitaciones, en muchas partes del mundo hoy se está larvando en silencio la que un día va a ser, intelectualmente, la primera raza universal.
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