Algunas personas llegan a tu vida y rápidamente te das cuenta
de que esto pasa porque debe ser así.
Para servir a un propósito, para enseñarte una lección,
para descubrir quién eres en realidad.
Tú no sabes quiénes son estas personas, pero cuando fijas tus ojos en ellas,
sabes y comprendes que afectarán tu vida de una manera profunda.
Algunas veces te pasan cosas que parecen horribles, dolorosas e injustas.
Pero en realidad entiendes que si no hubieras superado estas cosas,
nunca hubieras conocido todo tu potencial, tu fuerza…
o el poder de tu corazón
Las enfermedades, el amor, momentos perdidos… Momentos de grandeza
o de tonterías, ocurren para mostrarte toda la grandeza de tu interior.
Si no, la vida sería como una carretera recién pavimentada:
suave, lisa, cómoda y segura, y… tal vez, directa y sin rumbo.
La gente que conoces afecta tu vida.
Las debilidades y las fortalezas que tú experimentas crean la persona que eres.
Son los condimentos necesarios para hacerte crecer
Si alguien te hiere, te traiciona o rompe tu corazón, dale gracias…
Porque te ha enseñado la importancia de perdonar, de dar confianza
Y a tener más cuidado en quién descubres y apoyas tu corazón
Si alguien te ama, ámalo .
No porque te ame, sino porque te ha enseñado a amar, a abrir tu
corazón y tus ojos a las cosas pequeñas de la vida.
Haz que cada día cuente y aprecia cada instante.
Aprende todo lo que puedas aprender...
Ahora es el momento.
Quizás más adelante… no tengas la oportunidad.
Entabla una conversación con gente con la que no hayas dialogado nunca.
Escúchalos y presta atención.
Permítete sentirte bien, liberarte, y pon tu vista en un lugar muy alto.
Mantén tu cabeza erguida porque tienes todo el derecho a hacerlo.
Repítete a ti mismo que eres un individuo magnífico y...
CREÉLO.
Si no crees en ti mismo, nadie más lo hará.
¡¡Crea tu propia vida y vívela!!
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