jueves, 27 de agosto de 2009

El arte de vivir juntos

Cuenta una leyenda de los indios sioux que, cierta vez, Toro Bravo y Nube Azul llegaron tomados de la mano a la tienda del viejo hechicero de la tribu y le pidieron:.

Nosotros nos amamos y vamos a casarnos.
Pero nos amamos tanto que queremos un consejo que nos garantice estar para siempre juntos, que nos asegure estar uno al lado del otro hasta la muerte.
¿Hay algo que podamos hacer?.

Y el viejo, emocionado al verlos tan jóvenes, tan apasionados y tan ansiosos por una palabra, les dijo:.


Hacer lo que pueda ser hecho, aunque sean tareas muy difíciles.
Tu, Nube Azul, debes escalar el monte al norte de la aldea solo con una red, cazar el halcón más fuerte y traerlo aquí, con vida, hasta el tercer día después de la luna llena.
Y tú, Toro Bravo, debes escalar la montaña del trueno; allá encima encontrarás a las mas brava de todas las águilas.
Solamente con una red deberás agarrarla y traerla para mí, viva!.

Los jóvenes se abrazaron con ternura y luego partieron para cumplir con la misión.

El día fijado, enfrente a la tienda del hechicero, los dos esperaban con las aves.

El viejo las sacó de las bolsas y constató que eran verdaderamente hermosos ejemplares de los animales que él les había pedido.
Y ahora, qué debemos hacer? Los jóvenes le preguntaron.
Tomen las aves y amárrenlas una a otra por las patas con esas cintas de cuero. Cuando estén amarradas, suéltenlas para que vuelen, libres.

Ellos hicieron lo que les fue ordenado y soltaron los pájaros.
El águila y el halcón intentaron volar, pero apenas consiguieron dar pequeños saltos por el terreno.

Minutos después, irritadas por la imposibilidad de volar, las aves comenzaron a agredirse una a otra, picándose hasta lastimarse.

Entonces, el viejo dijo:.

Jamás se olviden lo que están viendo.
Y este es mi consejo: Ustedes son como el águila y el halcón.
Si estuvieran amarrados uno al otro, aunque fuera por amor, no sólo vivirán arrastrándose sino también, mas tarde o mas temprano, comenzarán a lastimarse uno al otro.

Si quieren que el amor entre ustedes perdure, vuelen juntos, pero jamás amarrados.

Libera a la persona que amas para que ella pueda volar con sus propias alas.

Esta es una verdad en el matrimonio y también en las relaciones familiares, amistades y profesionales.

Respeta el derecho de las personas de volar rumbo a sus sueños.
La lección principal es saber que solamente libres las personas son capaces de amar

2 comentarios:

CAZADORA dijo...

Asi es amigo Beto..
Toda atadura tarde o temprano
llega ha sentirse prision
El amor verdadero es puro
es respeto..compartir..
comunicacion..y sobre todo
no hay compentencia..es dar
recibir..como dice tu historia
sin arrastrarnos el uno al otro
sino dejar que uno vuela con sus
propias alas y si en algun momento
uno flaqueze o cai..ahi estaran siempre las alas de la persona
que uno ama...El amor es regalo
mas hermoso que la vida nos puede
regalar y dios ..Por eso si tienes
un gran amor ..alquien que te ame..que se procupa por ti..que te
respeta que te comprende..que te da su amor incondicional..no lo dejes ir que no todos los dias
se puede encontrar alquien que nos
ame de vdd..cuidalo como se cultiva una flor..si no cultivas tu amor o tu amistad ..se morira como se mueren las flores..

Alicia dijo...

Atónita, nunca había escuchado una historia, que diera una lección tan importante, una lección que todos sabemos, pero que muchas veces olvidamos.
Amamos tan apasionadamente, con tanta fuerza que nos olvidamos de que ahogamos a la otra persona, que acaparamos su espacio, o quizás el nuestro.
Sea como fuere, es una gran lección.