lunes, 26 de abril de 2010

El sexto dado

Iba con prisa, doblé una esquina y me vi: iba con prisa, cruzaba la calle con las manos en los bolsillos y movía la cabeza para mirar hacia los lados estirando el cuello más de la cuenta de la misma forma que lo hago yo, con cierto aire de avestruz. Avancé detrás de mí dando zancadas y vi que aunque daba zancadas llevaba una mochila en la espalda, y eso era curioso, porque yo no suelo llevar mochilas. No me voy a alcanzar nunca, pensé entre el tumulto de mi respiración, matemática incontestable, los mismos pasos a la misma velocidad de la misma persona no pueden llegar a un punto de encuentro. Persiguiéndome no voy a ninguna parte, me dije, y sin embargo me resultaba imposible la idea de dejarme escapar. ¿Haré caso si me llamo?, pensaba sin perder el paso, al acecho de mi nuca. Si grito mi nombre, ¿giraré la cabeza y me miraré?. La idea me turbaba. Pero doblé otra equina y me perdí de vista. ¿Hacia dónde voy?, me preocupé, y al doblar precipitada la esquina que había doblado choqué conmigo de sopetón. ¿Qué quieres?, me dije dando un respingo, mirándome a los ojos con el corazón a mil, ¿por qué me sigues?, contesté. No supe qué decir. Vamos a tomar un café, propuse entonces.

Nos sentamos cara a cara en una mesa al lado del ventanal. No era la primera vez que hablabamos, me dije para romper el hielo. No sé a qué te refieres, contesté disimulando con la cucharilla. En realidad, aquella vez no se puede decir que hablásemos del todo, pero para mí fue como si lo hiciéramos, y eso es lo que importa, ¿no crees?. Me miré con desconfianza. Quiero decir que la realidad de las cosas empieza por lo que uno percibe, o eso dicen. Puede ser. La cuestión es que un día sonó el telefóno y noté algo extraño en la voz que estaba al otro lado de la línea; sentí un escalofrío, ya sabes que el cuerpo reacciona antes que la cabeza. Puede ser. Era una voz de niña que hablaba de una abeja, yo no la entendía bien, le preguntaba quién era, cada vez más rara por dentro, pero ella no me contestaba y se reía y charlaba. Pero quién eres, insistía yo con ese tono acaramelado que ponemos los adultos con los niños desconocidos, por más que su voz corriera por mis venas con demasiada familiaridad. Hasta que se puso mi padre y me preguntó soncarrón qué sentía después de haber hablado conmigo misma. Pues no sé, papá, dije alterada, qué quieres que te diga. Es que he encontrado estas cintas que grabaste de pequeña cuando jugabas a las entrevistas. Pues no tiene gracia, le dije, y no la tenía; hay barrancos que deberían permanecer insondables. Me has tenido un rato experimentando uno de tus juegos imposibles, protesté, la niña que yo era no puede hablar con la persona que soy ahora, hay líneas que es mejor no atravesar.
Me miré con aire aburrido. Yo me llevé la taza a los labios. Juguemos a los dados, dije. Jueguemos al póquer mentiroso, contesté creyendo que no me podría engañar. Pero decía póquer de reinas y yo me lo creía y no era verdad. Decía trío de ases y yo no me lo creía y ahora sí. Los dados corrían y nadie como yo sabía engañarme mejor. Debería haberlo sospechado, dije agitando el cubilete con tanta fuerza que los dados salieron disparados por el aire. Los buscamos a cuatro patas debajo de la mesa y entre los pies de la gente, pero sólo encontramos cinco. Falta uno, dije. Así no podemos jugar. Falta uno, dije, y seguimos buscando el sexto dado por todas partes, con toda el ansa, como si nos fuera la vida en ello, y cuando ya me metía los dedos en la boca y hasta en el pelo, e di cuenta de que no había nada que encontrar. Porque los dados del juego siempre habían sido cinco, y nunca había existido un sexto dado que buscar, como en el fondo supe que siempre habíamos sabido, por el brillo de esa mirada de reojo que nos echamos a hurtadllas, sin dejar por eso de seguir buscando.

(Artículo de Clara Sanchís)

PIENSA




PIENSA

No atormentes a tus sentimientos,
piensa...
que dejándoles libres y abriéndoles la vida,
dejas que ellos mismos descubran
que hermosas y bellas son las horas de alegría.


No fuerces las tentaciones funestas,
piensa... que ellas solas vendrán,
solo tienes que esquivarlas y evadirlas
en sendas fáciles, para andar.


No escojas las oraciones justas,
piensa...
que solas y en verso a ti vendrán.
No difieras del blanco o del negro,
que la oración y el color, como la seda te mitigarán.


No desconfíes de tus pensamientos
piensa...
en no descuidar tus horas para sentir;
hay ciertos momentos al día que
no dudes, la fuerza nace dentro de ti.


No decaigas en la tristeza, en la soledad, en la miseria,
piensa...
que en la otra parte del mundo,
vivencias inexplicables... a cada momento
vienen a nuestra mente,
para recordarnos momentos profundos.


No dejes de recordar que somos afortunados,
piensa...
que somos ricos en sabiduría y bienestar,
la honestidad, y la sencillez deja su huella
y a ella debemos, nuestros pasos encauzar.


No llames a la grandeza, ni al poder,
piensa...
que de ello viene el temor y el infortunio;
confórmate con saber que eres grande
de mente y corazón, y llénate de orgullo.

Que tengan un hermoso inicio de semana

martes, 20 de abril de 2010

CADA INSTANTE



ALGO PARA PENSAR:
Ser conciente del presente momento.
Todo los momentos son preciosos,
pero hace parte de la naturaleza humana
querer lo que no se tiene y imaginarse en un momento
en el cual no se esta.
Al ser conciente del presente momento,
al disfrutar este instante, al profundizarme en sus
significado, hago con que este instante tenga un valor
incalculable.
Cada instante vale mucho mas que el oro mas valioso..!
Que tengan un hermoso inicio de semana..

miércoles, 14 de abril de 2010

14 de abril de 1987.





Pasamos una noche muy agitada, ella con los dolores, las contracciones, el Dr. me dijo que tomara el tiempo de cada una de esas contracciones, y así lo hice, recuerdo que primero eran muy pausadas, las instrucciones eran que si llegaban a ser de ciertos minutos, o sea cada vez más seguidas, de inmediato nos fuéramos al sanatorio, y pues eso así fue, llego el momento y nos dirigimos hacia allá, Sanatorio de los Cinematografistas en la colonia Roma del Distrito Federal, un sitio que era muy conocido por la familia, ahi laboraba el Dr. de la familia, así como el Ginecólogo que atendió tanto a el primero como a la tercera, incluso un legrado también, que fue completamente accidental, cuando llegamos al sanatorio pasaron a mi esposa y le hicieron una revisión, no sé si de rutina, y ahi le dijeron que aún faltaba muchísimo, que regresáramos por la mañana, y nos regresamos a casa, las contracciones seguían y yo con mi reloj a contar los segundos, los minutos y apuntarlos en una libretita, donde quedaría la libretita?, el caso es que no dormimos, yo escuchando los gritos, los reclamos, las solicitudes, dame agua, no mejor no, dame algo de comer, no mejor no, ayúdame, como te ayudo?, hayyyyyyy ahi viene, ahi viene...

quien viene, mi hijo?... no seas tonto ahi viene otra contracción... y una vez más, ver el reloj apuntar cuanto tardaba, esta fue más pausada, oye estás segura de que tienes esas contracciones o solamente es tu imaginación?...Mejor no escribo lo que me dijeron en ese instante.

eran las 7 de la mañana, sonó el teléfono, como van?, pues aquí tengo el detalle de las contracciones, quiere que se las lea, no, mejor ya vayan al sanatorio, ya ordené que los reciban, allá nos vemos, ok Dr.

Llegamos como a las 7:30 y se llevaron a mi esposa para "prepararla", ahi es donde uno dice, y quien me vá a preparar a mi?, no, eso no sucede en nuestro caso como papá, uno simplemente se arma de valor y a esperar lo que venga.

Pasaron algunas horas, me dijeron que ya estaban en el quirófano, yo no sabía si debía caminar de un extremo hacia otro, mostrando mucho nerviosismo, fumar cigarro tras cigarro, o contar chistes de parturientas, el caso es que mejor me arrellané en una de esas butacas tan incómodas que hay en los hospitales y cerré los ojos, el sueño me venció, no sé por cuanto tiempo, y me despertó un llanto, si, escuché a un bebé llorar, y muy fuerte, no sé si era la programación que traía pero lo primero que hice fue ver mi reloj, eran las 10:15 de la mañana, mi primer hijo había nacido.

La felicidad que todo esto que sucedió hace ya 23 años, ha sido muy grande, mi campeón ya es todo un hombre, dentro de poco emprenderá su vuelo porque así debe ser, hijo mío, que Papá Dios te siga colmando de bendiciones, y hoy más que felicitarte quiero agradecerte, si darte las gracias por darme tanta felicidad desde unos meses antes de haberte concebido, desde esa noche que soñé contigo y supe que vendrías muy pronto, y cuando te vi ahi, en el cunero de ese sanatorio, supe que me habías aceptado como tu Pá, es por eso que te doy las gracias, recibe un enorme abrazo, desde acá, porque bien sabes que aunque la distancia esté de por medio, mi amor te acompaña por donde quiera que vayas, te amo hijo mío, José Roberto.

domingo, 11 de abril de 2010

Domingo.

Y si, un día antes de que termine el tan esperado "finde", oportunidad para dormir hasta un poco o un mucho más tarde, o simplemente dejar la cama a la hora que se te venga en gana, eso solamente pasa cuando vives sólo, si te pones loco puedes empezar a hacer cosas para estar listo para el trabajo, pero eso no debes hacerlo, ya que es "finde", la nostalgia llega de repente, y tal vez recuerdes cosas que hiciste x ó z domingo, no sé, en tu infancia, en tu adolescencia, hace poco o hace mucho, con fulano o con sutana, con la familia tal vez, simplemente esto es para recordarme que los domingos, son para vivirlos tal cual se presenten, este día no hay nada agendado, al menos en mi agenda, ya sé que algunos toman cierto tiempo para congregarse y hacer oración, y eso es muy respetable, en mi caso no pasa, hoy es para estar en paz y eso se consigue de diferentes maneras, lo mejor es recordar, si, hacer remembranza de cosas agradables que no solamente se circunscriben a los días domingo, es hacer una especie de inventario de tantos momentos que has vivido, hacer presente en tu mente y en tu corazón a esas personas que ya no están físicamente en este mundo, que se adelantaron a tí, pueden ser tu papá o tu mamá, algún hermano, primo o prima, alguna exnovia, o una chica que no llegaste a decirle que fuera tu novia, si, hoy me acordé de, mi querida amiga, Carmina, ella falleció una Semana Santa, ya estaba casada, tenía dos pequeñas hijas y en un paseo en motocicleta perdió la vida, toda su familia es muy querida para mí, pero ella significó alguien muy especial, recuerdo aquella fiesta en la que me acompañó, al otro día todos mis amigos me decían que yo era quien había llevado a la chica más espectacular a la fiesta, y sí, así era ella, a pesar de que vivíamos en el mismo barrio, casi nadie la conocía, o si lo hacía trataba de pasar desapercibida, una chica muy tímida, y después de esa fiesta fue cuando comprendí que ella había aceptado ir conmigo porque se sentía muy bien a mi lado, y es que hay un detalle, en una de las piezas que bailamos abrazados, al tomar su mano con la mía, nuestros dedos se entrelazaron, y eso, al menos en mis tiempos, era algo más que ser amigos, después sentí miedo de decirle que fuera mi novia, tuve ese temor que a muchos adolescentes les llega, miedo al rechazo, y no nos damos cuenta de que además de eso también hay algo que se llama, el logro de ser aceptado, pero viene el otro miedo, el miedo al compromiso, y así se despliega la cadena de conceptos con sus diferentes nombres y muchas complicaciones.
Carmina, desde acá, recibe un beso tomado de tu mano con los dedos entrelazados, gracias por ese instante.

Comparado con quién

La relatividad es el airbag mental que nos protege del choque contra los fanatismos. Es aceptar que pueden convivir muchas verdades respecto a unas mismas cosas, porque todo lo que existe evoluciona, exactamente como poco o mucho todos vamos evolucionando frente a cien y un aspectos de nuestra personal e intransferible vida.

La relatividad nos eleva para otear la convivencia desde una dimensión panorámica, amplia y serena. El fanatismo nos encierra en desfiladeros angostos, obligados y sin libertad de miras.

Frente a la opinión de los críticos de piñón fijo, la relatividad es más solvente que la adscripción ciega a preceptos heredados, implantados o incluso exigidos. El chiste en el que una pregunta "¿Cómo está tu marido?" y la otra le responde "¿Comparado con quién?" es una estelar síntesis de lo que es el núcleo de la relatividad. La que responde puede estar enamoradísima de su marido, pero intelectualmente acepta la comparación, lo cual (atentos, fanáticos de desfiladero) significa que, tras una visión abierta y comparativa de su pareja, lo sigue prefiriendo a pesar de todos sus posibles handicaps.

El surtido de nuestras verdades actuales poco tiene que ver con las que tejía la sociedad hace dos generaciones. Y poco van a tener que ver con las que nos seguirán.

El relativismo sustentado desde la comparación honesta es el antídoto contra todo género de fascismo humano, social y dogmático.

domingo, 4 de abril de 2010

FELIZ DOMINGO DE RESURECCION






JESUS NAZARENO

Se fueron tus fuerzas Jesús Nazareno.
Tus pies ensangrentados y tu cara,
por la corona de espinas, !clavada!
y tu caminar con tan pesado madero.

Se me corta la sangre al sentir tu dolor
y mi pena con sentimiento por tu calvario;
por nosotros te hiciste mensajero de Dios
y esclavo de tu talentoso lenguaje inmaculado.

Jesús, que caminaste entre llagas descalzo,
para redimir al mundo en tus carnes
a tiras por latigazos inhumanos y humillado
por jueces descerebrados de poder justiciado.

En domingo victorioso te alzaste esplendoroso
hacia el lugar de tu Reino y para siempre.
Me pregunto si fue coherente y necesario
tu sacrificio o…¿ Nos dejó indiferentes?


-Yo soy el camino y la vida...-

Yo soy la Resureccion y la Vida,
Quien crea en mi , entrara
En el Reino de los Cielos..
AMEN





jueves, 1 de abril de 2010

La gota

La gota que rebosa el vaso es una magnífica expresión para definir lo que sobrepasa la capacidad de aguante. Hay mucha ruptura que estalla por una gota que desborda el vaso de la paciencia.

Y si cada uno sabe de sus reboses particulares, creo que hoy puede fortalecer la firmeza el recordar algunos públicos.

En 1789, la muerte de un civil por las tropas de Luis XVI fue la gota que colmó el vaso y provocó la toma de la Bastilla, el inicio de la Revolución Francesa.

Las Madres de Mayo, que cada jueves desfilaban frente al palacio del dictador argentino Videla, fueron la gota que rebasó aquella macabra junta militar.

Y posiblemente, las Damas de Blanco que hoy se manifiestan por las calles de La Habana sean la gota del fin de una dictadura mentalmente castrada.

La venta de indulgencias y absoluciones papales para construir el Vaticano, incluso pagando por anticipado pecados aún sin cometer, fue la gota que en 1517 llevó a Lutero a promover el protestantismo

Hoy, la avalancha de casos de pedofilia tal vez sea la gota que provoque que la Iglesia católica acabe con el celibato masculino. La denuncia de una campaña para atacar a Benedicto XVI ya se puso en marcha, pero también León X excomulgó a Lutero y ahí van 350 millones de protestantes por el mundo.

Primero llegará el fin del celibato masculino, pues por algo la Iglesia es uno de los últimos reductos machistas en el mundo libre, y con los años el femenino, es decir, el de las monjas.

No se aguanta.